Cuanto mejor huelas, más guapo parecerás, es un hecho, pero tu fragancia también puede dar muchas pistas sobre a quién pertenece tu corazón
Los ojos son el espejo del alma, de eso no cabe duda, pero, ¿y qué hay de la nariz? Pues en realidad podría ser la forma más sencilla de colarse en el dormitorio de alguien que nos ha hecho tilín.
Aunque suene curioso cuando menos, varios estudios han descubierto que las mujeres heterosexuales pueden ‘oler’ qué pretendientes están disponibles y cuáles no.
Según informa ‘Science Alert’, en los últimos años la ciencia ha estado olfateando para conocer mejor quiénes somos.
Los resultados recientes sugieren que las personas a las que les gusta oler profundamente la fragancia natural de otra persona probablemente estén más motivadas sexualmente.
Los hombres heterosexuales parecen sentirse más atraídos por una mujer cuando está en el punto más fértil de su ciclo menstrual, o cuando está excitada sexualmente.
La exposición a estas feromonas puede incluso hacer que los hombres beban más en una noche de fiesta.
Por otro lado, los estudios han llegado a la conclusión de que cuando las mujeres están ovulando se sienten más atraídas por los hombres de aspecto masculino.
Los experimentos también sugieren que los niveles de testosterona de los hombres pueden fluctuar sutilmente dependiendo de si están solteros o comprometidos.
Lo que no está claro todavía es si esos cambios hormonales pueden alterar directamente la apariencia o el olor de una persona (aunque los experimentos iniciales sugieren que sí).
Un estudio realizado en Australia pidió a 82 mujeres heterosexuales de entre 18 y 35 años que calificaran los olores corporales y las caras de un grupo de hombres heterosexuales (la mitad de ellas eran solteras y la otra mitad estaban en pareja).
Cada mujer anotó 3 hombres solteros y 3 hombres en pareja seleccionados al azar de un grupo de 89 participantes anónimos.
Los investigadores les dieron a los hombres una camiseta que debían utilizar durante 24 horas, y los hombres proporcionaron una foto digital de ellos mismos para el experimento.
También se cortó la parte de las axilas de cada camiseta y se guardó en una botella para que las mujeres lo olieran después.
Las mujeres, al oler las esencias de las botellas, tenían que contestar a una serie de preguntas acerca de si les gustaba o disgustaba, y luego presentaron las caras que venían acompañadas de los olores.
Las participantes calificaron entonces a los hombres según su atractivo, sensualidad, inteligencia, lealtad, amabilidad, si producían confianza, masculinidad y si se veían como una buena pareja.
Finalmente, los investigadores descubrieron que el olor corporal de los hombres solteros olía más fuerte para todas las mujeres que el olor natural de los hombres en pareja.
Cuanto más agradable era el olor masculino, más probable era que las mujeres calificaran su aspecto como favorable.
Curiosamente, las mujeres en pareja calificaron los rostros de los hombres solteros como más masculinos que los rostros de los hombres en pareja.
Las mujeres solteras los calificaron por igual. Eso puede sonar curioso, pero los autores señalaron que investigaciones anteriores sugerían que las mujeres en pareja que están ovulando encuentran más atractiva la apariencia de los hombres solteros que los hombres en pareja.
Los hallazgos se encuentran en la línea de investigaciones anteriores. Las hormonas sexuales, el olor y el olfato parecen estar estrechamente entrelazados.
Otra investigación descubrió, por ejemplo, que los hombres solteros tienen niveles más altos de testosterona que los que están en pareja.
Esto no solo podría hacerlos más competitivos a la hora de tener citas, sino que el aroma natural de sus cuerpos con alto contenido de testosterona también podría indicar aptitud, viabilidad y disponibilidad sexual para los demás de una manera no explícita, lo que tiene sentido desde una perspectiva evolutiva.
Pero hay otra explicación, y es mucho menos atractiva: se ha sugerido que los hombres casados tienen mejor salud e higiene que los hombres solteros.
Tal vez no sea la testosterona alta lo que se está oliendo en este grupo de la población, sino los efectos de su estilo de vida.
Hay que dar más importancia a la nariz y el olfato, pues cuando eliges una potencial pareja en un bar lo más probable es que estés percibiendo su olor.
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