Ayuno intermitente y otros métodos para combatir la diabetes

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El ayuno intermitente parece ser un remedio al alcance de todos para combatir la diabetes. Todo apunta a cuidar la alimentación.

Desde que en 2017 se demostró que la pérdida de peso puede permitir el abandono de fármacos como la insulina.

Es por eso que muchos profesionales analizan estrategias para mantenerla a largo plazo.

En 1980, un 4,7% de la población mundial sufría diabetes tipo 2. La cifra, asociada a la obesidad y el envejecimiento, alcanzó el 8,5% en 2014 y el 9,3% en 2019.

Los indicadores de esta enfermedad siguen creciendo, principalmente en los países con ingresos medios y bajos.

Esta enfermedad, que incrementa el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares o cáncer, parecía hasta hace no mucho un proceso degenerativo que siempre iba a peor.

Se terminaba por necesitar la insulina y otros fármacos.

Sin embargo, esta idea ha cambiado en los últimos años. En 2017, la revista The Lancet publicó el estudio DiRECT, que demostró que si se lograba una pérdida significativa de peso era posible hacer remitir la enfermedad y librarse de los fármacos.

El obstáculo para que ese conocimiento cambiase el rumbo de la enfermedad era que los nutricionistas y los entrenadores personales que ayudaron a los pacientes en este estudio no están al alcance de la sanidad pública.

Desde la publicación de ese estudio, se están probando distintas técnicas para alcanzar esa reducción de peso que haga retroceder a la diabetes.

Hoy, la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism publica un trabajo en el que se muestra cómo una intervención con ayuno intermitente puede mejorar el estado de salud de las personas.

Se ha demostrado que con esto se puede reducir la necesidad de medicación e, incluso, eliminarla del todo por la remisión de la dolencia. Los autores, investigadores de la Universidad Agrícola de Hunan (China), aplicaron un tipo de dieta, bautizada como terapia nutricional médica china.

Esto consiste en combinar cinco días de ayuno en los que se tomaban 840 kilocalorías diarias a horarios controlados, seguidos de 10 en los que se comía de forma normal.

90% de los 36 voluntarios con diabetes, incluidos los que tomaban fármacos para rebajar los niveles de azúcar e insulina, pudieron reducir la medicación.

En un 55% vio cómo su enfermedad remitía y pudieron dejar de tomar sus fármacos durante al menos un año.

Entre los participantes en el ensayo, la pérdida media de peso fue de casi seis kilos frente a un descenso de 200 gramos en el grupo que sirvió para comparar y siguió una dieta normal.

Dongbo Liu, autor del estudio, afirma que “la diabetes no es necesariamente una enfermedad para toda la vida”, sino que “puede remitir si los pacientes pierden peso cambiando su dieta y sus hábitos de ejercicio”.

La demostración de pérdida de peso puede hacer remitir la diabetes y supone una esperanza para los enfermos.

El camino para reducir el volumen de grasa y mantenerse así a largo plazo sigue siendo complicado.

Los nuevos fármacos o estrategias como el ayuno intermitente son herramientas que abren una puerta a una solución.

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