El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó este martes al cumplirse 1.000 días de su ofensiva contra Ucrania, el decreto que amplía las posibilidades de utilizar armas nucleares, después de que el presidente de EEUU Biden, autorizara atacar a Rusia con sus misiles de largo alcance
Putin dio luz verde a la doctrina que autoriza una respuesta nuclear ante un ataque convencional. La ofensiva con misiles balísticos marca un punto crítico, elevando las tensiones a niveles comparables a la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Putin advirtió en septiembre que su país podría utilizar ahora armas nucleares en caso de “masivos” bombardeos aéreos contra Rusia, y que cualquier ataque de un país sin armas atómicas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos, podría considerarse una agresión “conjunta” susceptible de requerir tal medida.
Al mismo tiempo, la doctrina subraya que Rusia ve las armas nucleares como “un instrumento de disuasión” de carácter defensivo, cuyo empleo es una “medida extrema y forzosa”.