La subsecretaria de Seguridad y encargada de la intervención del sistema penitenciario del país, Julissa Villanueva, dijo que la última reyerta que se dio el miércoles en la cárcel “El Pozo” de Ilama, Santa Bárbara, es parte de las reacciones de los privados de libertad por las medidas anunciadas y llamó nuevamente a los reos, a un desarme “voluntario”.
“No es algo que no me esperaba, por supuesto que sabemos y conocemos sobre la tenencia de armas dentro de los recintos por parte de los privados de libertad”, reconoció Villanueva.
Según las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) el enfrentamiento del miércoles 19 de abril se originó entre miembros de la Mara Salvatrucha, MS-13 y de la pandilla Barrio 18, dejando al menos siete reos heridos. En al menos otras dos cárceles, también se reptaron cuatro heridos en hechos similares.
Sin embargo, Villanueva reiteró que las acciones de los reclusos son en respuesta a las medidas que anunciaron en esta semana en el marco de la intervención del sistema carcelario.
“No me extraña el desafío que puede darse o también las tácticas por parte de los privados de libertad para generar temor entre ellos o por querer salir a los hospitales”, dijo en declaraciones a HRN.
Al mismo tiempo, la jefa del plan de intervención de las cárceles advirtió que todas las personas recluidas que usen armas y resulten heridas durante reyertas “van a ser atendidos en los hospitales”, pero “que no vayan a pensar que no vamos a actuar al respecto”.
La funcionaria recordó que una de las medidas es un desarme total dentro de los 25 recintos carcelarios para evitar que se sigan dando enfrentamientos entre privados de libertad.
Ante ello, dijo que, “se les está diciendo de buenas maneras que si no quieren aumento de requerimientos cuando llegue el desarme, mejor que las entreguen” porque “el desarme no se detiene, no lo detiene nada”.
Cabe señalar que, la Secretaría de Seguridad anunció el martes 18 de abril un plan estratégico que contiene 10 medidas para evitar más conflictos en los centros penitenciarios.
Además del desarme, se anunció el bloqueo de las señales de comunicación telefónica, instalar un sistema de monitoreo y vigilancia digital, reclasificar y aislar a reos con vinculación a la criminalidad organizada, maras y pandillas, tráfico de drogas y de armas, entre otras.