Honduras es un país “de paso” dentro de la ruta del migrante. Muchos venezolanos, cubanos, ecuatorianos, haitianos, africanos y de otras nacionalidades, entran por la frontera, legal o por puntos ciegos, tratando de llegar a Estados Unidos, pasando por Guatemala y México en un camino interminable.
La gerente de Derechos Humanos y Atención al Migrante, Joseana Martínez dijo que solo este año, han entrado a Honduras más de 150 mil personas de diferentes nacionalidades, tratando de llegar hasta la frontera de occidente para continuar su paso hasta Estados Unidos.
“A todos se les ha garantizado el respeto a los derechos humanos, el respeto dentro del territorio hondureño”, mencionó la funcionaria hondureña.
Un ejemplo de lo anterior son los centros de atención que han sido habilitados en Danlí, donde se les brinda alojamiento, alimentación y atenciones médicas. Existe uno igual en Tegucigalpa y otras ciudades de Honduras.
“Hemos atendido en el último mes un flujo de migrantes que han estado en situación de calle por las avenidas de Tegucigalpa y les hemos dado este tipo de atención integral. Ellos están en un momento de espera para poder transitar y llegar a su destino”, mencionó Martínez.
Con respecto a las denuncias de varios migrantes, en las que se menciona que han existido abusos de parte de operadores del transporte con cobros excesivos, la funcionaria aseveró que se está trabajando para eliminar este problema.
Es por eso que instituciones dentro del Instituto Nacional de Migración (INM), la Oficina de Atención al Migrante, la Policía Nacional, el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), trabajan en conjunto para bajar los índices de abusos contra los migrantes.
La directora de Atención al Migrante se muestra optimista, ya que el abuso ha bajado estos últimos meses, aunque reconoce que todavía hay mucho por hacer.