El toque de queda ordenado por la presidenta Xiomara Castro en Choloma y San Pedro Sula para disminuir los índices de inseguridad, tiene preocupados a varios sectores de la economía de ese sector.
Es que con la prohibición para circular de 11:00 p.m. a 4:00 a.m., la economía podría haberse afectada para negocios como el transporte, restaurantes y otros.
Omar Flores, taxista sampedrano consideró que esta decisión ocasionará pérdidas a sus finanzas personales porque ya no podrá darles su servicio a sus clientes habituales de la noche.
Este toque de queda es uno de los más cuestionados de parte de los sectores de la sociedad de la capital industrial de Honduras, pese a que surge como medida contra la inseguridad en ese sector.
Honduras ya ha pasado por otros períodos en los que se ha implementado el toque de queda, como cuando se derrocó al expresidente Manuel Zelaya Rosales en junio del 2009.
Asimismo, en diciembre de 2017, cuando surgió un retraso en la oficialización de los resultados de las elecciones, además del de marzo del 2020 con la declaratoria de la pandemia por la covid-19.
José Dolores Valenzuela, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Nacionales de Honduras (Fesitranh), dijo que este es un mensaje negativo para los inversionistas y a la microempresa que trabaja en horarios nocturnos.
Por su parte, Leonardo Pineda mencionó que medidas impuestas por el gobierno como el toque de queda, no resuelven el problema de la inseguridad, solo lo oculta por un tiempo.
Entonces el rechazo a esta restricción es generalizado dentro de varios sectores de la sociedad civil en San Pedro Sula y Choloma, porque consideran que afecta a la economía.