La Red Humanitaria de Honduras (RDH) manifestó en un comunicado que el país centroamericano se encuentra en medio de una crisis migratoria de «proporciones alarmantes», con un aumento significativo en el ingreso, tránsito y permanencia de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Esta situación, según las más de 60 organizaciones que conforman la RDH, incluyendo la ONU, ha colocado una presión inmensa sobre las capacidades de respuesta a nivel nacional y local, exacerbando los riesgos de protección, salud, saneamiento e higiene, seguridad alimentaria, conflictividad social y discriminación hacia estas personas.
Desde marzo de 2022, este fenómeno ha ido creciendo de manera progresiva, y en las últimas semanas, de acuerdo al Instituto Nacional de Migración (INM), el flujo de entrada podría haber alcanzado las 5,000 personas diarias.
«Esto ha superado las capacidades de respuesta disponibles y ha generado una situación crítica», expuso la RDH.
Según el INM, entre el 1 de enero y el 27 de agosto de 2023, un total de 239,505 personas ingresaron de manera irregular a Honduras.
Las principales nacionalidades de procedencia son Venezuela, Ecuador, Cuba, Haití y China. Esta cifra ya supera el número total de ingresos registrados en todo el año 2022.
A esta situación se suma la presencia de personas nicaragüenses que ingresan al país de manera regular y continúan su ruta hacia Estados Unidos, lo que complica aún más la situación.
Visitas a la zona crítica
Para abordar esta crisis, la Red Humanitaria de Honduras, ha realizado visitas a la frontera de Las Manos y a la ciudad de Danlí, en el El Paraíso (occidente), con el objetivo de evaluar la situación de los derechos humanos de los migrantes en tránsito y el contexto humanitario, identificando las brechas de atención existentes.
La RDH indicó que existe un Plan de Respuesta Humanitaria 2023, que requiere 280 millones de dólares (unos 6,895.28 millones de lempiras) para ayudar a 2.1 millones de personas en necesidad, que aún necesita financiamiento en un 85%.
Este plan incluye acciones claves para brindar asistencia adecuada a las personas migrantes y refugiadas tanto en El Paraíso (oriente) y Choluteca (sur) como en la frontera en Ocotepeque (occidente), donde también se observan brechas en la atención y riesgos.
En ese sentido, la RED hizo un llamado urgente a la solidaridad internacional y a fortalecer la acción conjunta para responder a la vulnerable situación de las personas en tránsito por Honduras, incluyendo niños y niñas.
Reiteraron, además, su compromiso de apoyar e implementar acciones que garanticen los derechos humanos de estas personas en una situación cada vez más crítica.
«La crisis de migrantes en Honduras es un desafío humanitario que requiere atención inmediata y esfuerzos coordinados a nivel nacional e internacional», concluyeron.