Los simpatizantes de Castillo protagonizaron una multitudinaria marcha en Lima en contra de la presidente Boluarte, exigiendo la liberación del expresidente y el cierre del Congreso.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, dijo que está abierta a la posibilidad de elecciones anticipadas en respuesta a las protestas organizadas en 14 regiones del país.
Todos los manifestantes pidieron el cierre del Congreso y la liberación del expresidente Castillo, encarcelado el miércoles pasado.
Boluarte considera que se juramentó para gobernar hasta el 2026, pero si la sociedad y las circunstancias lo exigen, continuaremos el diálogo electoral.
El adelanto de los comicios significa votar por el próximo presidente y la renovación del congreso de 130 miembros.
Desde que asumió el cargo el miércoles, la primera presidenta de Perú ha sostenido conversaciones con seis de los 13 escaños del Congreso y dijo que estaba abierta al diálogo con «grupos peruanos activos en este tema».
Al exministro de Educación Ricardo Cuenca aseguró que se superó la crisis inmediata, pero no hay garantía de que no se vuelva a desestabilizar políticamente el país.
Cuenca aseguró que se ha perdido la capacidad de diálogo entre personas que piensan diferente.
«No es mi presidente»
La decisión del nuevo presidente de agotar el contragolpe legislativo parece ser una reacción a las calles, que se han sacudido desde el golpe de Castillo.
Miles de personas se han congregado en torno al Congreso y el Palacio de Gobierno en las últimas horas para protestar por la detención de Castillo.
Es que se ordenó su detención temporal durante siete días a la espera de una investigación por rebelión y conspiración, exigiendo su pronta liberación.
«Estoy protestando por el cierre del parlamento, la nueva constitución y las elecciones generales inmediatas. Un Congreso corrupto dio un golpe de estado y se inclinó ante los criminales y los deudores nacionales. La nueva presidenta no es mi presidenta, es una traidora a los peruanos”, dijo Primitivo Quispe, de 58 años.
Boluarte respondió a las protestas llamando a la paz.
La procuradora general Patricia Benavides abrió una investigación contra quienes acompañaron al presidente cuando el Congreso fue destituido.
Los partidarios de Castillo realizaron una marcha masiva en Lima exigiendo la liberación del expresidente y el cierre del Congreso.
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