¿Nepotismo o hipocresía política?

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La socióloga y analista política, Julieta Castellanos salió en defensa de la directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, debido a los ataques que ésta sufrió por parte de diferentes personajes del sector oficial, tras la publicación de un informe que menciona a la familia presidencial como protagonista de actos de nepotismo.

El documento menciona que en el discurso de la señora presidenta, en el marco de los festejos del Día del Periodista, se justifica las redes familiares en el empleo público y ataca al CNA, y de esta manera acepta y ratifica el concepto de Estado botín, practica de gobierno de todas las denominaciones ideológicas, donde Honduras no ha sido la excepción.

La socióloga asegura que hay concentración de poder cuando Carlos Zelaya, hermano del esposo de la presidenta, es diputado y miembro de la Junta Directiva del Congreso Nacional, lo mismo que Hortensia Zelaya, hija de la mandataria, quien es congresista y tiene un papel importante en el gobierno.

En estos casos en particular, ambos han sido electos por el pueblo durante los pasados comicios generales, por lo tanto los expertos no toman esto como actos de nepotismo.

Sin embargo, se menciona a un hijo de Carlos Zelaya, Manuel Zelaya, como ministro de Defensa, pero este no tiene ningún parentesco sanguíneo con la mandataria, puesto es el hijo de su cuñado, no su sobrino.

Práctica común

El nepotismo ha sido una práctica común en todos los gobiernos de América Latina, quizá porque quienes ocupan cargos públicos quieren a su lado personas de su entera confianza.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, el nepotismo es la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos.

El tema del nepotismo en Honduras se puso sobre la mesa la semana pasada, cuando la directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, acusó directamente a la familia presidencial de actos de nepotismo.

Esto ocasionó una serie de reacciones, a favor y en contra, pero coincidentes en que la contratación de personas en el sector público, arguyendo solo el parentesco familiar como requisito, es en sí un acto de corrupción.

Respuesta presidencial

Ante las acusaciones de Castellanos, la presidenta Xiomara Castro dio espacio en su discurso, durante la premiación del “Alvaro Contreras”, a declarar entrelíneas la “guerra” a la directora del CNA.

Castro mencionó que sufrieron ataques tendenciosos por parte de esa institución, en contra de los funcionarios de la actual administración y sus familias, “hoy mezquinamente trata de confundir el trigo con la cizaña, nosotros no somos hijos de la dictadura”.

Es que Castellanos acusó directamente a la familia presidencial de actos de nepotismo, puesto que el expresidente Manuel Zelaya, esposo de la actual mandataria, se convirtió en el principal asesor y su hijo Héctor Manuel Zelaya, en su secretario privado.

Sin embargo, desde Casa Presidencial se defiende estos cargos, principalmente porque ninguno de los dos recibe sueldo por parte del Estado de Honduras, porque la presidenta necesita a su lado personas de su entera confianza y porque siendo la titular del Poder Ejecutivo, el pueblo le dio la facultad de nombrar a quien ella considere.

Una práctica común

Uno de los sectores que más acusa a la mandataria por actos de nepotismo se encuentra dentro del Partido Nacional, pero sus miembros han perdido todo su derecho a la crítica porque ellos mismos lo han practicado cada vez que se les da la oportunidad.

Entonces, la actitud de los nacionalistas no pasa a ser más que una acción hipócrita, en la que pretenden asirse de algo para hablar mal de un gobierno dirigido por una dama y así ganar puntos ante sus posibles electores a 17 meses de las próximas elecciones.

Es que el exmandatario Juan Orlando Hernández (extraditado a Estados Unidos por delitos relacionados al narcotráfico) fue altamente cuestionado por haber nombrado a la extinta Hilda Hernández Alvarado como ministra de Comunicaciones y Estrategia.

Él alegaba que su hermana no manejaba fondos públicos, por lo que no podía calificarse como nepotismo.

Otro ejemplo del nepotismo imperante en la administración de Hernández Alvarado fue que su exesposa, Ivonne Bonilla, se desempeñaba como directora de Asuntos Consulares de la Cancillería, fue designada como embajadora de Honduras ante la República de Argentina.

Su hermana de padre, Gloria Vargas, se desempeñaba en la casa presidencial y su hermano Amilcar Hernández ocupaba un alto puesto en las Fuerzas Armadas y manejaba la construcción de los centros policiales.

Ya hay un dictamen

En agosto del 2022 el diputado del Partido Liberal, Mauricio Villeda, presentó un anteproyecto de ley para “regular” el nepotismo en las instituciones públicas, en ese sentido el decreto fue turnado a la Comisión de Ética y Transparencia la cual dio un dictamen favorable.

Por su parte, el diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Carlos Umaña mencionó que con este anteproyecto de ley limita hasta un cuarto grado de consanguinidad y el segundo de afinidad, la práctica del nepotismo.

Umaña dijo desconocer por qué la Junta Directiva del Congreso Nacional no ha agendado su discusión, a pesar que meses atrás la comisión legislativa le dio un dictamen favorable.

Umaña declaraba ante los medios de comunicación que los puntos más importantes del dictamen son la definición del nepotismo, nepotismo directo e indirecto, amistad íntima, conflicto de intereses, corrupción, declaración jurada y meritocracia.

En el 2016 el exvocero de la extinta Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) Juan Jiménez Mayor externó que Honduras carecía de una ley contra el nepotismo y es necesario la creación de una normativa que prohíba esta práctica.

Qué dice la Ley

Solo la Constitución de la República menciona en el artículo 263 que «no podrán ser presidentes, gerentes generales y directores generales de instituciones descentralizadas, el cónyuge o la cónyuge, los parientes del Presidente de la República y de los Designados Presidenciales dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

El viejo Código Penal se limita a establecer en el artículo 357 que el funcionario o empleado público que proponga o nombre para un cargo será castigado con una multa de 25 mil lempiras a 50 mil lempiras e inhabilitación especial de uno a tres años.

Asimismo el nuevo Código Penal castiga a “los funcionarios que proponen, nombran o da posesión para cargo o empleo público a personas en quien no concurran los requisitos legalmente establecidos para ellos castigándolos con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de cinco (5) a diez (10) años y multa de cien (100) a trescientos (300) días”.

No hay un artículo que prohíba a funcionarios a nombrar a sus parientes para cargos públicos lo que deja abierto a que empleados puedan realizarlo. Este tipo de acciones son considerados como delitos de abuso de autoridad.

En el anterior proceso electoral se presentaron varios casos que violentan el artículo 199; Mario Moncada candidato alcalde por Libertad y Refundación (Libre) en Talanga y Verónica Moncada como diputada por Francisco Morazán, hermanos de la consejera del CNE, Rixi Moncada.

Otro de los casos, involucró al secretario del Consejo Nacional Electoral, Alejandro Martínez, ya que su hijo aspiró a una diputación en el Partido Liberal.

Entonces, ¿De qué estamos hablando?, actos de nepotismo ha habido siempre, pero hasta hoy el Consejo Nacional Anticorrupción se pronuncia, los políticos de la oposición se pronuncian, cuando antes se quedaban callados.

La presidenta Castro sufrió las consecuencias de un Golpe de Estado y quienes debían protegerla a ella y su familia, los dejaron solos, por lo que estuvieron a poco de perder la vida o caer en la cárcel, tras los movimientos de un grupo conservador que usurpó el poder.

Esa situación ha provocado que la presidenta recurra a las personas más cercanas y leales a ella, puesto que la Ley se lo permite y el pueblo también con más de un millón 700 mil votos.

Entonces, si la mandataria puede tomar las decisiones pertinentes porque el pueblo así se lo pide, qué le impide a ella tener a su lado a las personas en quienes ella más confía.

La pregunta es… ¿nepotismo o hipocresía política?, ya que en río revuelto, ganancia de pescadores.


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