Los funcionarios del Ministerio Público aseguraron propiedades del Cártel del Golfo, dedicada al tráfico de drogas en el departamento de Choluteca, al sur de Honduras.
Esta esta acción está vinculada a la operación Triunfo y Labrador, que en 2018 llevaron a la condena de cabecillas y miembros del cartel que operaba en la zona sur y el Golfo de Fonseca, introduciendo cocaína desde Nicaragua.
En una operación de privación de dominio, la Fescco aseguró 51 bienes considerados de origen ilícito, entre los que se encuentran 16 inmuebles, 27 vehículos y ocho sociedades mercantiles.
Estas acciones se llevaron a cabo en el municipio de El Triunfo, donde la célula narcotraficante operaba su radio delictivo, informó el Ministerio Público en un comunicado.
Las operaciones Triunfo y Labrador, en las que colaboraron la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA), arrojaron importantes resultados en abril de 2021, cuando se logró la condena de los principales cabecillas y miembros del cartel.
Entre los culpables se encuentran: Dimas Arturo Castillo Velásquez; José Adán Castillo Velásquez; José Adán Castillo Escalante; Francisco Javier Castillo Velásquez; Edith Oneida Fúnez; Wendy Carmelina Álvarez; Consuelo Silva Soriano; Abigail López Hernández y Henrry Geovany Ríos Lagos.
Liderazgo desde la cárcel
Las investigaciones del Ministerio Público revelaron que, a pesar de estar recluidos en el centro penal de Choluteca, los hermanos Castillo continuaban liderando y coordinando las transacciones de cocaína.
Su modus operandi incluía la introducción de la droga a Honduras a través de la frontera con Nicaragua, aprovechando las rutas del sur del país.
La desarticulación de este cártel y la incautación de bienes de origen ilícito representaron un importante golpe al tráfico de drogas en la zona sur y Golfo de Fonseca de Honduras, informaron.
Honduras ha enfrentado desafíos significativos relacionados con el narcotráfico, ya que su ubicación geográfica y débil sistema de seguridad han hecho que el país sea utilizado como ruta clave para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, principalmente.
A pesar de los esfuerzos de los gobiernos para combatir este flagelo, la presencia de poderosos cárteles y la falta de recursos efectivos han dificultado la erradicación total del problema.
