La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recaudó más de 6.000 millones de dólares destinados a potenciar la producción agrícola y la seguridad alimentaria en el Corredor Seco de Centroamérica y el Sahel africano, dos de las regiones del mundo más afectadas por las sequías.
“Tanto el Corredor Seco como el Sahel enfrentan problemas compartidos, especialmente la sequía y la gestión inadecuada de los recursos hídricos que desencadenan conflictos y migración forzada, por lo que abordar soluciones conjuntas puede facilitar las tareas”, señaló hoy la organización en un comunicado.
Las iniciativas para sendas regiones, presentadas en el Foro Mundial de la Alimentación, reunieron más de 110 programas de inversiones que afectarán a más de 149 millones de beneficiarios.
Los proyectos abordarán “desde redes de riego en pequeña escala e instalaciones de almacenamiento de agua hasta cartografía digital del suelo y medidas para impulsar el comercio regional”.
“Creemos que podemos llegar a un enfoque holístico que complemente las iniciativas existentes pero al mismo tiempo priorice las inversiones que son comunes a cada una de las dos iniciativas regionales que les permitirán salir de la situación crítica en la que se encuentran”, afirmó Máximo Torero, economista jefe de la FAO.
En concreto, las inversiones para el Corredor Seco afectaran a una zona en la que viven más de 11 millones de personas y que se extiende desde el estado de Chiapas, en México, hasta Panamá.
Las iniciativas para esta región incluyen medidas como facilidades de acceso al crédito, mapeo digital de suelos, técnicas de optimización de la gestión de los nutrientes del suelo, construcción de sistemas de almacenamiento de agua y la creación de una base de datos que clasifique los riesgos agrícolas según el clima, el suelo y los cultivos.
Asimismo se prevé fomentar “80 ecosistemas digitales que vinculen a decenas de miles de productores con empresas y cooperativas rurales”.
“Estamos entrando en la era del Antropoceno y la gente necesita ayuda para enfrentar el cambio climático”, afirmó Félix Ulloa, vicepresidente de El Salvador, en el anuncio de los programas de inversión.
Por su parte, en el Sahel las inversiones se centran en zonas de “alta pobreza” e incluyen “un esfuerzo importante para introducir bombas alimentadas por energía solar y aumentar considerablemente la cantidad de tierras de cultivo irrigadas mediante una mejor captura y almacenamiento de agua, además de pozos poco profundos”.