Honduras reporta un promedio de ocho homicidios diarios, según los observatorios de la violencia, una cifra alarmante que obliga a los expertos a opinar sobre la necesidad de un desarme general.
Una de las especialistas en el tema es Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH, quien mencionó que el arma de fuego es un instrumento de muerte y no de seguridad.
Es por eso que urge a las nuevas autoridades de la Secretaría de Seguridad que desarrollen una estrategia para identificar qué armas de origen ilícito están en posesión de ciudadanos particulares.
«Hay muchas armas en circulación, muchas de ellas que vienen por esos puntos ciegos de nuestro territorio nacional, que vienen a ser usadas por los grupos ilícitos y, por lo tanto, es necesario que las autoridades procedan a saber de dónde vienen y quiénes las tienen esas armas», añadió Ayestas.
Desarme parcial
Por su lado, el gerente de Asesoría Legal de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), Kenneth Madrid, coincidió en la necesidad de un desarme, pero aseguró que únicamente deberá estar dirigido a estructuras criminales.
«El desarme no puede estar dirigido a los ciudadanos normales, que tienen sus permisos, porque los estarían dejando descubiertos y sin protección de su hogar y sus demás bienes», expresó Madrid.
Y añadió: «El Gobierno ofrecer incentivos a las personas que poseen armas de origen ilícito, para que las entreguen y posteriormente sean destruidas».
Sin embargo, la coordinadora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas, manifestó que muchos de los asesinatos que se generan en el país derivan del robo de armas a particulares.
Criminalidad
Entre enero y mayo de 2023 en Honduras se han registrado 1,232 homicidios y, aunque ello representa 131 episodios violentos menos que en el mismo periodo de 2022, la ciudadanía continúa expuesta a la criminalidad.
El pasado martes se registró un motín en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), localizada en la aldea Támara, Francisco Morazán, que dejó a 46 privadas de libertad muertas tras un supuesto ataque de la pandilla Barrio 18 a la Mara Salvatrucha.
Además, en lo que va del año, son 23 las masacres que se han registrado y que han dejado a 128 personas muertas en el país.