Es oficial, Carlos Arnoldo Lobo, conocido en el mundo del narcotráfico como «El Negro Lobo,» está a punto de ser deportado a Honduras después de cumplir una condena de 10 años en una prisión de Estados Unidos.
La noticia de su pronta llegada al país ha generado un revuelo en el ámbito legal y policial, ya que el Ministerio Público de Honduras ha decidido actualizar las investigaciones en su contra.
A pesar de que por ahora solo cuentan con las investigaciones previas realizadas por la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) antes de su extradición, las autoridades hondureñas están considerando la posibilidad de presentar una acusación formal contra «El Negro» Lobo.
Cabe destacar que durante su tiempo en Honduras, Lobo fue señalado como uno de los cabecillas del narcotráfico, aunque nunca se concretizó una acusación formal ni se emitió una orden de captura en su contra.
En el ámbito legal, el caso de Carlos Arnoldo «El Negro» Lobo se encuentra actualmente en el Juzgado de Privación de Dominio.
La Fiscalía planea buscar la privación definitiva de los bienes que están a nombre de Lobo y también de testaferros, como parte de las medidas para desmantelar su red de narcotráfico.
En el ámbito legal, el caso de Carlos Arnoldo «El Negro» Lobo se encuentra actualmente en el Juzgado de Privación de Dominio. La Fiscalía planea buscar la privación definitiva de los bienes que están a nombre de Lobo y también de testaferros, como parte de las medidas para desmantelar su red de narcotráfico.
La acusación que llevó a la detención de Lobo en Estados Unidos fue presentada por la Fiscalía del Distrito Sur de Florida, quien lo acusó de conspirar para traficar cocaína hacia Estados Unidos. Además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo identificó como un operador del Cártel de Sinaloa en Centroamérica.
«El Negro» Lobo comenzó su carrera en el mundo del narcotráfico como lanchero, pero con el tiempo escaló hasta convertirse en uno de los capos más poderosos de la región.
A pesar de su notoriedad en el mundo del crimen, Lobo mantuvo un bajo perfil y rara vez llamó la atención pública. A diferencia de otros narcotraficantes, raramente se le vio desplazándose con grandes caravanas de hombres armados en lugares como La Ceiba o Roatán.
Su detención y posterior extradición en marzo de 2014 lo llevaron a Estados Unidos, donde optó por negociar y reducir su condena de 20 años a 10.
Actualmente, se encuentra en un centro de detención en Estados Unidos, esperando la notificación de la fecha de su retorno a Honduras, un país donde ha dejado más enemigos que amigos.