El aplazamiento del juicio se debe a «la confirmación de que el gobierno (fiscalía) no respondió a la presentación de información confidencial editada que debería conservarse». basado en hechos. Fue entregado a la defensa la víspera, confirmó su abogado Raymond Colon.
Juan Orlando Hernández mantiene su inocencia después de que dos coacusados, el ex jefe de policía hondureño Juan Carlos “Tigre” Bonilla y el ex policía Mauricio Hernández, se declararan culpables en los últimos días en un caso de tráfico de drogas.
Hernández está siendo juzgado solo en el Tribunal Federal del Sur en Manhattan.
El expresidente de 55 años, extraditado a Nueva York en abril de 2022, está acusado de participar y proteger una red que transportó más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022.
A cambio, habría recibido «millones de dólares» de un cartel de la droga que incluía al narcotraficante mexicano Joaquín «Chapo» Guzmán, quien fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos.
La acusación dice que utilizó dinero de la droga para enriquecer sus propios bolsillos y «financió actividades políticas y cometió fraude electoral» en las elecciones presidenciales de 2013 y 2017.
De ser declarado culpable de los tres cargos presentados por los fiscales: tráfico de drogas, tráfico de personas y posesión de armas, enfrenta una sentencia de cadena perpetua más 30 años, junto con su hermano Tony Hernández y su colega Giovani Fuentes. La misma red estaba involucrada.
Ana García, esposa del expresidente, que ve la detención como una «persecución política», reaccionó el sábado.
Cuarto aplazamiento
El abogado Renato Stabile, quien se unió a la defensa de Hernández hace dos semanas para ayudar al titular Raymond Colón, quien tiene problemas de salud, se quedó sin tiempo esta semana para revisar un extenso material incriminatorio y pidió al juez un nuevo aplazamiento.
También pidió que los jurados sean seleccionados mediante un cuestionario para garantizar la equidad.
El juez de instrucción Kevin Castel negó ambas acusaciones el jueves. Como resultado, el juicio ya ha sufrido cuatro aplazamientos, pero hay grandes esperanzas, ya que es inusual que un expresidente (2014-2021) se presente ante un tribunal en otro país para luchar contra cargos de tráfico de drogas.
El año pasado, el exsecretario de Seguridad Nacional de México, Genaro García Luna, el funcionario mexicano de más alto rango que jamás haya servido en Estados Unidos, fue condenado en un tribunal de Nueva York por, entre otras cosas, cargos de tráfico de drogas.
Se espera que su sentencia se anuncie el 1 de marzo. Un empleado leal de la administración del republicano Donald Trump (2017-2021), el Sr. JOH, conocido en Honduras por el acrónimo de su nombre, dijo que Washington estaba comprometido con los esfuerzos de la administración en las incautaciones de drogas y la lucha contra el crimen organizado del narcotráfico.
Incluso se jactó de admirar los elogios de Washington por la labor de su gobierno en la incautación de drogas y en la lucha contra el crimen organizado.
«Detenía a personas que no tenían vínculos con él, pero protegía a otras», afirma el exagente de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, Mike Vigil.
JOH también tiene pendiente otro juicio en Honduras por fraude y lavado de activos.
