Los ganaderos de El Paraíso denuncian contrabando de ganado, generando escasez y alto costo de la carne en los mercados de esa ciudad.
Ganaderos del departamento de El Paraíso, zona oriente de Honduras, denunciaron el contrabando masivo de bovinos hacia Guatemala y México, una problemática que genera escasez y alto precio de la carne de res en el mercado interno.
“Los altos precios de la carne de res se deben a contrabando masivo de ganado hacia Guatemala y México”, señaló uno de los productores.
“Tenemos serios problemas con esa competencia ilegal de compradores de países vecinos de que entran con fuerte cantidad de dinero para comprar ganado en forma masiva”, agregó.
La fuente refirió que no pueden tener control sobre los precios y les lleva a pelear el producto a nivel interno. “Las autoridades le ponen más énfasis al productor hondureño que al extranjero”, lamentó.
“Hay un descontrol, las autoridades deben actuar de inmediato con controles en fronteras y en puntos ciegos, dado que Honduras no tiene grandes cantidades de ganado y esto afecta en el suministro”, expuso.
La libra de carne de toro en canal o al por mayor en el capitalino mercado zonal Belén se disparó a 53 lempiras y en el caso de la libra de carne de vaca, siempre en canal se cotiza a 46 lempiras, de acuerdo con el reporte del Sistema de Información de Mercados de Productos Agrícolas de Honduras (Simpah).
Por su parte, la libra de tajo de res al consumidor final en ese mismo mercado se adquiere a 85 lempiras, mientras, la libra de costilla vale 75 lempiras. En el caso de la carne molida especial se ofrece a 80 lempiras y a 65 lempiras la carne molida súper, según ese informe sobre venta de productos pecuarios.
Los cálculos más confiables basados en programas de extensión y de investigación, muestran que la ganadería en Honduras oscila entre 1.3 y 1.5 millones de cabezas de ganado, una reducción en los últimos años debido a múltiples razones, coincidiendo en la salida de ganado hacia México y Guatemala.
Adicionalmente, el sacrificio de hembras aumentó para suplir la demanda interna de carne, eso disminuyó el reemplazo de vientres en producción afectando el hato que alcanzó las 2.5 millones de cabezas en su mejor momento.
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