Ante el secuestro del sistema financiero, el gobierno pugna por la igualdad

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El sistema financiero tiene secuestrada la economía nacional, con la ayuda de los gobiernos anteriores que han aprobado leyes que solo benefician a un sector.

Un ejemplo claro se encuentra en la tasas de interés que se cobran en la banca privada con cifras impagables, como para no invertir y para no considerar que Honduras es un país de oportunidades.

Los números son claros y la misma ministra de Finanzas, Rixi Moncada reconoce que solo el 25 por ciento de los hondureños tiene acceso a préstamos, porque las instituciones financieras piden un “ojo de la cara” en intereses.

De acuerdo con datos oficiales proporcionados por esta cartera ministerial, unos 112,484 microempresarios han obtenido 16,244 millones de lempiras en préstamos con una tasa de interés que va desde el 6.2% al y 62.5%.

Por su lado, unos 13,302 pequeños empresarios han obtenido 62,001 millones de lempiras con tasas de interés que oscilan entre el 6% y el 42%.

También cerca de 1,612 medianos empresarios han obtenido unos 146 mil millones de lempiras con tasas de interés que se mantienen entre 6.2% y 22%.

Pero la diferencia abismal se observa con los 787 grandes empresarios que han obtenido préstamos que superan los 197,844 millones de lempiras con tasas de interés que van desde el 6.1% al 18%.

Bajar tasas de interés

Es por eso que la ministra de Finanzas, Rixi Moncada se mostró a favor de reducir estas tasas de interés para que los hondureños tengan más posibilidad de obtener recursos baratos con fines productivos.

La alta funcionaria considera que la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), puede ordenar a los bancos reducir esta tasa de interés, aunque varios economistas se muestran en contra de estas aseveraciones.

Uno de ellos es Roberto Lagos, quien recordó el artículo 48 de la Ley del Banco Central que establece que esta institución es la única que debe realizar movimientos en las tasas de interés.

Lagos se muestra más frío con los números en la mano, pero la ministra de Finanzas le da un lado más humano, más social en el sentido que los hondureños deben recibir justicia aun en las oportunidades que reciben.


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