Más de 120 mujeres han sido asesinadas en Honduras en 2023, lo que equivale a una muerte violenta cada 21 horas, un asunto que mantiene alarmadas a organizaciones sociales y de derechos humanos, que reclamaron este miércoles más investigación para que esos crímenes no queden impunes.
«Sin duda la violencia contra las mujeres es un asunto muy grave que debe establecer acciones para la persecución penal, pero también para la judicialización y trabajar en el tema de la prevención», dijo la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Migdonia Ayestas.
Un total de 121 mujeres han sido asesinadas en Honduras entre enero y abril de 2023, un 9 % más que las 111 reportadas en el mismo periodo de 2022, según cifras de la ONG Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
Ayestas señaló que «cada 21 horas» hay un asesinato de una mujer en Honduras, un país tradicionalmente dominado por los hombres y que aún tiene altas tasas de homicidios con un promedio actual de entre diez y trece muertes diarias.
El Estado hondureño debe «preocuparse» por la muerte violenta de una mujer cada día en el país, pues se trata de un «asunto cultural» al que se le debe «dar prioridad» para establecer políticas públicas orientadas a prevenir esos asesinatos, enfatizó.
Violencia se perpetúa
«Tenemos una apuesta política de la presidenta (hondureña, Xiomara Castro) donde establece que las mujeres no están solas, pero al momento de la muerte, si están solas, tenemos una apuesta política y un discurso donde dice que las muertes violentas de mujeres son investigadas, pero la realidad es otra», lamentó Ayestas.
La mayoría de los asesinatos son perpetrados por la pareja o la expareja, según la directora del Observatorio de la Violencia, quien lamentó que en Honduras «no hay investigación» que permita capturar y judicializar a los agresores, por lo que la impunidad impera en la mayoría de esos casos.
«Mientras no se judicialicen muchos casos, entonces definitivamente estamos ante un Estado que permite que siga ocurriendo» la violencia machista en el país centroamericano, con 9,7 millones de habitantes, de los que un 52 % son mujeres, la gran mayoría pobres, añadió.
La violencia de género es «una ofensa a la dignidad y a los derechos humanos de las mujeres» y si el Estado «no actúa, la perpetúa», apostilló Ayestas.
La sociedad hondureña debe estar «indignada por toda esta ola de feminicidios» que registra Honduras, señaló a EFE la defensora de derechos humanos, Honorina Rodríguez.
A las mujeres en Honduras «las asesinan por ser mujeres», subrayó Rodríguez, quien aseguró que la mayor parte de esas muertes violentas tiene como antesala la violencia intrafamiliar.
El Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia de Honduras «deben cambiar las formas en que están atendiendo la violencia contra las mujeres» y, además, fortalecer de «forma urgente» la Unidad Especializada en la Investigación de Muerte de Mujeres, señaló.
En opinión de Rodríguez, la poca investigación es una de las «principales debilidades» del sistema judicial de Honduras debido a la «falta de voluntad política» y poco presupuesto.
En el país centroamericano es «urgente» promover campañas para prevenir la violencia machista y asegurar la participación de las mujeres en cargos de elección popular y en la toma de decisiones, añadió.
La violencia contra las mujeres «va en ascenso», mientras que la atención a la problemática «se ha estancado», denunció la defensora de derechos humanos.
Las mujeres jóvenes y pobres son las principales víctimas de la violencia de género en Honduras, según organismos de derechos humanos.