A medianoche, dos hombres vestidos con uniforme de la Dirección Policial de Investigación (DPI), en tenis, irrumpieron una vivienda de la aldea El Horno, Santa Ana, Francisco Morazán.
Allí asesinaron a Elí Jafeth Hernández (18 años) y Gary Brayan Hernández (32 años), a quienes los obligaron a acostarse boca abajo en el suelo y les pidieron que no los vieran.
Las puertas las abrieron a patadas –dijo el padre de los muchachos asesinados-, las ventanas me las quebraron y cuando me levanto veo que son ellos. Casi me pegan en el pecho.
“Hijos de pu** tírense al suelo’, nos dijeron”, recordó.
Tras someterlos, los hombres preguntaron por Bryan y cuando lo vieron aseguraron que «es este», lo levantaron y se lo llevaron.
Justo en ese momento, su hermano levantó la cabeza para ver lo que ocurría y uno de los hombres lo tomó del pelo y le dijo ‘camina vos también hijo de pu**’. Cuando los hombres se fueron, el desesperado padre llamó al 911 para alertar a las autoridades.
Encontraron los cuerpos
Transcurrían las horas y los familiares de los jóvenes estaban desesperados porque no tenían noticias de ellos.
A eso de las 6:00 de la mañana, los policías llamaron a don Carlos para notificarle que habían encontrado dos cuerpos con las características de sus hijos.
Al trasladarse al lugar, don Carlos constató que eran sus hijos.
Según contó, uno de los vecinos del lugar en el que encontraron los cuerpos le contó que escucharon los disparos a eso de las 12:20 de la madrugada.
Hasta ahora las autoridades desconocen la identidad de las personas que cometieron el doble crimen.