Un total de 34 personas han sido detenidas en Dublín, Irlanda, tras los disturbios de provocados después de que cuatro personas, tres de ellas menores, fueran apuñaladas en la misma localidad por un agresor del que, por ahora, se desconoce su identidad y sus motivos.
El suceso, por el que una niña de 5 años continúa hospitalizada en estado grave, provocó a última hora de la tarde de este jueves una manifestación de grupos antiinmigración en los alrededores de la escuela en Parnell Square East, donde se había producido horas antes el apuñalamiento.
Hasta 13 tiendas han sido objeto de saqueos y han sufrido daños importantes, al igual que 11 vehículos policiales que han sido dañados durante los disturbios.
Las protestas han obligado además al cierre de varias calles, mientras que los servicios públicos de autobuses, ferrocarril y tranvía han tenido también que suspender algunas de sus rutas.
Algunos manifestantes, identificados como de «extrema derecha», han lanzado todo tipo de material, desde bengalas y fuegos artificiales, hasta sillas y taburetes sillas sacados de los restaurantes de la zona. Drew Harris, comisario de la Garda, policía irlandesa, ha confirmado que un agente policial ha resultado gravemente herido por los disturbios y que otros miembros han sufrido también heridas.
El presidente irlandés, Michael D. Higgins, ha expresado en las últimas horas su preocupación por las víctimas del «horroroso» apuñalamiento múltiple y ha elogiado también la actuación policial durante los actos vandálicos.
De los cuatro apuñalados ayer, además de la gravedad de la niña de cinco años, una mujer de unos 30 años, trabajadora del centro escolar, está recibiendo también tratamiento por «lesiones graves». Los otros dos menores están ya fuera de peligro.