Israel ataca un edificio militar en Irán en el que sería el primer ataque en el extranjero desde el regreso del primer ministro Benjamin Netanyahu.
El ‘Wall Street Journal’ sitúa el ataque en el contexto de las presiones de EEUU para que Netanyahu aumente su implicación en la guerra de Ucrania, en la que Irán es un aliado de Putin.
Un complejo militar del Ministerio de Defensa de Irán, situado en la ciudad de Isfahán, en el centro del país, ha sufrido un ataque que ha provocado un incendio en las instalaciones.
La explosión ha tenido lugar en un depósito de municiones, sin que se hayan confirmado víctimas mortales.
La emisora iraní Radio Farda ha asegurado que el Ministerio de Defensa de Irán ha atribuido la explosión a un ataque de tres drones.
Uno de ellos habría sido derribado por el sistema de defensa aérea de las instalaciones, mientras los dos restantes habrían sido atrapados por las trampas defensivas y también explosionaron, por lo que las autoridades lo han definido como un «ataque fallido».
El incendio provocado por la explosión no se ha propagado por las instalaciones militares y ha causado apenas algunos daños en la cubierta del taller, según el Ministerio de Defensa.
El ataque sería obra de drones israelíes, según ha informado The Wall Street Journal, citando fuentes militares estadounidenses, en el que sería el primer ataque en el extranjero desde el regreso al poder del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, apoyado por una coalición de extrema derecha.
Según estas fuentes, el objetivo era una fábrica de munición situada junto a unas instalaciones del Centro de Investigación Espacial de Irán, organismo sancionado por Estados Unidos por su trabajo con misiles balísticos.
Presiones de EEUU
Según informa el The Wall Street Journal, en las últimas semanas, Estados Unidos ha redoblado su presión sobre Israel para que aumente su implicación en el conflicto de Ucrania, en un momento en que los de Putin cuentan con el apoyo de los drones iraníes en su ofensiva contra Zelenski.
Israel ha rechazado siempre enviar ayuda militar a Kiev, por miedo a que perjudique sus relaciones con Moscú.
Desde hace años, Rusia e Israel mantienen un acuerdo que permite a los aviones de guerra israelíes atacar a objetivos iraníes en suelo sirio, sin ser rechazados por las defensas rusas, que controlan el espacio aéreo del régimen de Al-Assad.
«Esto es un triángulo inteligente, en el que Israel puede dañar a Irán, ayudar a Ucrania y no arriesgar sus intereses estratégicos en Siria», ha explicado Mark Dubowitz, oficial ejecutivo jefe de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un think-tank de Washington.
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