Un incendio en un edificio ubicado en el distrito financiero de la ciudad sudafricana de Johannesburgo ha dejado más de 70 muertos y 43 heridos, según ha confirmado el portavoz del Ayuntamiento, Robert Mulaudzi, en un comunicado oficial.
Alrededor de las 01.30 horas empezó a arder la infraestructura con un gran número de personas en su interior. Los bomberos acudieron de inmediato a al ser notificados y comenzaron a evacuar la zona.
«Cada piso tiene un asentamiento informal, y quienes intentaban salir quedaron atrapados debido a las estructuras entre los pisos», ha informado Mulaudzi, quien asegura también que «existe una gran posibilidad de que el número de cadáveres aumente» porque el trabajo se está realizando «piso por piso».
Tanto canales oficiales de la ciudad como vecinos de la zona han compartido por las redes sociales impactantes imágenes y vídeos en los que se puede ver el proceso de cómo las llamas fueron creciendo en el interior del edificio hasta el momento de su extinción.
Thabo Tshabalala, un periodista que trabaja para el medio local Times Live, ha compartido mediante un hilo en la aplicación X (antiguo Twitter) una secuencia de vídeos en los que se puede ver a los bomberos explicando lo ocurrido, así como a los residentes expresando su preocupación.
«No sabemos cuál ha sido la causa del origen del fuego, pero creemos que ha podido ser por motivos eléctricos, como cables mal conectados», declara uno de los bomberos que está trabajando en el lugar de los hechos.
El fuego ha sido extinguido y las autoridades están realizando las labores correspondientes para rescatar los cuerpos que aún quedan en el interior.
Decenas de vecinos están a la espera de que les comuniquen el estado de los familiares y conocidos que estaban en dentro de la infraestructura cuando comenzó a arder.
«Mi hija llevaba viviendo en este edificio un año. He venido hasta aquí para buscarla. Tiene 24 años, pero no sé si está viva», explica una madre a los medios locales. La mujer quería que su hija regresase a su casa ya que consideraba que ese edificio «no es un sitio donde cualquiera pueda vivir».