Finlandia se convierte oficialmente en miembro de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), que la conforman 31 países a partir de este martes.
Este escenario tiene alarmado a Rusia porque su seguridad interna puede verse afectada, debido a la ampliación de la alianza que apoya a Ucrania.
Es que con la invasión rusa en territorio ucraniano el 25 febrero de 2022, Finlandia solicitó casi de urgencia su ingreso a la OTAN y pasó de ser un país neutral a uno de los aliados.
Finlandia y Rusia son vecinos, comparten 1370 kilómetros de frontera. La incorporación de Finlandia duplicará con creces el tamaño de la alianza de la OTAN.
Por esta razón, las autoridades rusas advirtieron que reforzarán las defensas cerca de la frontera por si la OTAN despliega efectivos en territorio finlandés.
Finlandia teme una invasión rusa como lo acontecido a Ucrania, que ha sufrido destrucción, muerte, niños huérfanos y vive un escenario de incertidumbre, gracias a la guerra.
Por su parte, Moscú considera que con el ingreso de Finlandia a la OTAN, este país ha sacrificado de manera definitiva su independencia e identidad.
“La política de no alineación militar seguida por Helsinki hasta ahora ha servido durante mucho tiempo a los intereses nacionales de Finlandia y ha sido uno de los factores importantes para asegurar la confianza en la región del mar Báltico y en el continente europeo en su conjunto”, precisa.
Los rusos agregan que esta adhesión tendrá un impacto negativo, sobre las relaciones ruso-finlandesas, por lo que fortalecerán la frontera occidental y noroccidental.
Finlandia cuenta con un gran ejército bien entrenado y ha mantenido un alto nivel de preparación. Rusia ha advertido de que reforzará sus propias fuerzas a lo largo de la frontera finlandesa en caso de despliegue de tropas de la OTAN.
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