La derecha ganó la mayoría de los asientos en el Consejo Constitucional, con 34 de los 50 escaños para redactar la nueva Constitución en Chile.
Alarmando la dirigencia de izquierda y supone un nuevo revés para el Gobierno de Gabriel Boric, que había prometido una Constitución más progresista.
Y es que la nueva Constitución imaginada por el presidente de izquierda al ganar las elecciones en diciembre de 2021 estaba cada vez más lejos.
El primer intento —en septiembre— fracasó y, debo decirlo, porque no supimos escucharnos los unos a los otros.
Quiero invitar desde ya al Partido Republicano, que ha obtenido una primera mayoría incuestionable, a no cometer el mismo error que nosotros.
Este proceso no puede ser de vendettas, debe poner por delante el interés de los chilenos, apuntó Boric tras los resultados, en modo conciliador.
La primera propuesta de la entonces Asamblea Constituyente, votada el 4 de septiembre de 2022, estuvo lejos de generar consenso y no salió adelante.
El 62 % de los chilenos que acudieron a las urnas la rechazaron.
Un resultado que ni las previsiones más pesimistas vaticinaron y selló el primer golpe al Gobierno de Boric.
Tras el fracaso, la Presidencia reconoció los errores y fijó fecha para un segundo intento, en el que no se alcanzó a augurar este ‘tsunami’.
De hecho, con este resultado podrán proponer, aprobar y modificar normas constitucionales.
Porque unidos sobrepasan de sobra los tres quintos de quórum, que requiere 30 puestos en el Consejo Constitucional.
Desde el Partido Republicano ya han asegurado que su intención es que la nueva Constitución sea «bastante similar» a la actual.
Esta carta magna fue heredada desde la dictadura y reformada más de 60 veces desde el inicio de la democracia en el país sudamericano.
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