Un funcionario de la iglesia dijo que las bendiciones fueron «un verdadero éxito» pero no cambiaron «la enseñanza tradicional de la iglesia sobre el matrimonio».
El Papa Francisco ha tomado una de las medidas más concretas en sus esfuerzos por hacer que la Iglesia Católica sea más acogedora para los católicos LGBTQ al permitir que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo, dijo el Vaticano.
Los sacerdotes han bendecido durante mucho tiempo a varias personas orando por la ayuda y la presencia de Dios.
El Vaticano ha dicho que no puede bendecir a parejas del mismo sexo porque socavaría la enseñanza de la iglesia de que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer.
La nueva norma fue publicada en un comunicado del magisterio de la Iglesia y fue presentada por su prefecto, el cardenal Víctor Manuel Fernández, quien afirmó que el comunicado no supone un cambio a «la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio».
No permitía ningún ritual litúrgico que pudiera confundirse con el sacramento del matrimonio.
“Es precisamente en este contexto”, escribió Fernández, “que se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo sin validar oficialmente su estado ni cambiar de ninguna manera la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio”.
Pero en su introducción a la declaración, que fue firmada y aprobada por el Papa Francisco, Fernández reconoció que la ampliación de los beatos fue «un avance real» y «un aporte especial e innovador a la importancia pastoral» de bendiciones”, dijo que la decisión se basa en la visión pastoral del Papa Francisco.
“Esta nueva declaración abre la puerta a las bendiciones no litúrgicas para las parejas del mismo sexo, algo que había estado previamente prohibido para obispos, sacerdotes y diáconos”, dijo James Martin, sacerdote y destacado defensor de los católicos LGBTQ.
“Junto con muchos sacerdotes, ahora estaré encantado de bendecir a mis amigos que están en uniones de personas del mismo sexo”.
En los últimos meses, los estudios religiosos dirigidos por Fernández han mostrado una explosión de actividad en el tema LGBTQ, especialmente después de que muchos partidarios de los católicos LGBTQ se sintieran profundamente decepcionados por la falta de progreso o incluso de reconocimiento durante este período.
En octubre, una importante reunión de obispos y laicos, que puede conducir a cambios importantes en la Iglesia.
En octubre, el Vaticano publicó una respuesta privada que el Papa Francisco dio durante el verano a las dudas de los cardenales conservadores sobre la posibilidad de bendecir a las parejas del mismo sexo, a lo que se opusieron firmemente.
En cambio, el Papa Francisco sugirió que las bendiciones eran posibles, aparentemente anulando un fallo del Vaticano de 2021 que prohibía bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, diciendo que Dios «no puede bendecir el pecado».
Aunque el Papa también defendió claramente la posición de la Iglesia de que el matrimonio sólo puede existir entre un hombre y una mujer, los sacerdotes deben ejercer «amor pastoral» al pedir bendiciones.
Pero Papa Francisco también dejó claro que no quería que las bendiciones se redujeran a un protocolo, como ha sucedido en partes de la iglesia liberal alemana que apoyan las bendiciones entre personas del mismo sexo, e instó a los sacerdotes a estar abiertos a los «canales».
El 31 de octubre, Francisco aprobó otro documento del departamento de Fernández, que aclaraba que las personas transgénico pueden ser bautizadas, servir como padrinos y testigos en bodas religiosas, promoviendo su visión de una iglesia más inclusiva.
La cuestión de la bendición de parejas del mismo sexo ha estado en la agenda en los últimos años, especialmente en Alemania, donde los sacerdotes a menudo han ofrecido bendiciones a pesar de la oposición del Vaticano.
Martin calificó la declaración como “un gran avance en el ministerio de la Iglesia para las personas LGBTQ y reconoce el profundo deseo en muchas parejas católicas del mismo sexo de la presencia de Dios en sus relaciones amorosas”.
El documento del Vaticano dice que las bendiciones, que tienen como objetivo resaltar la presencia de Dios en todos los ámbitos de la vida, pueden darse a personas, lugares de culto, lugares de trabajo y otros lugares, y tienen como objetivo honrar y pedir el favor de Dios.