«Puedo confirmar que se encuentra bajo custodia de Estados Unidos», dijo un alto cargo de la Administración de Joe Biden.
El soldado Travis King ya se encuentra bajo custodia de Estados Unidos tras haber sido deportado de Corea del Norte, país al que había entrado de manera irregular a través de su frontera con el Sur el pasado mes de julio. El soldado habría pedido asilo a Pionyang, según detallaron en su momento fuentes del Ejecutivo norcoreano.
«Puedo confirmar que se encuentra bajo custodia de Estados Unidos», dijo un alto cargo de la Administración de Joe Biden en una llamada con periodistas.
El pasado mes de octubre, Corea del Norte informó que King quería refugiarse en el país debido a los malos tratos y la discriminación racial que sufría en el ejército.
«King confesó que se introdujo ilegalmente en el territorio porque albergaba malos sentimientos contra los malos tratos inhumanos y la discriminación racial en el ejército estadounidense y estaba desilusionado por la desigual sociedad estadounidense», dijo la KCNA, agencia de noticias de Corea del Norte.
King, soldado raso del ejército, se adentró repentinamente en Corea del Norte desde el Sur el 18 de julio mientras realizaba una visita civil a la Zona de Seguridad Conjunta, en la frontera fuertemente fortificada entre ambos países.
De un tiempo a esta parte, se han producido varios intentos por parte de soldados estadounidenses destinados en Corea del Sur de desertar a Corea del Norte. Pese a ello, la decisión de expulsión de King se produjo con relativa rapidez, otros han pasado años antes de ser liberados del reclusivo país.
Jonathan Franks, portavoz de la familia de King, dijo que «no se esperan comentarios sustanciales» y que «necesitan tiempo» para valorar la noticia.
El tío de King, Myron Gates, dijo a ABC News en agosto que su sobrino estaba experimentando situaciones de racismo. Desde que fue arrestado en Corea del Sur, detalla su tío, se le notaba diferente.
En este sentido, King se declaró culpable de un delito de agresión y destrucción de propiedad pública por dañar un coche de policía de Corea del Sur. Estaba previsto que se le impusieran más medidas disciplinarias a su regreso a Estados Unidos.
