«Esta es la tragedia de la guerra. Les dijimos que se fueran al sur», dijo el teniente coronel del Ejército israelí, Richard Hecht, tras el bombardeo sobre el campo de refugiados de Jabalia, este martes. La acción militar ha dejado muchos civiles muertos y heridos.
Esta localidad, al norte de la Franja de Gaza, era según Israel el refugio del comandante del Batallón Central Jabalia del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ibrahim Biari.
Tel Aviv asegura que los ataques aéreos que desde el pasado 7 de octubre realizan sobre el enclave palestino tienen como objetivo acabar con almacenes de armas o centros de operaciones de la organización islamista.
Pese a ello, en uno de los lugares del mundo con mayor densidad de población, los civiles muertos a causa de estos ataques se cuentan ya por miles, según ha reconocido la ONU.
De confirmarse las cifras del bombardeo de este martes, sería uno de los más mortíferos desde el inicio de la guerra.
Conocer a ciencia cierta el número de muertos en Gaza no es sencillo, dado el bloqueo a la entrada de prensa y organizaciones extranjeras en la región palestina.
No obstante, las imágenes de periodistas locales y las informaciones que van llegando a cuenta gotas permiten hacerse una idea de la gravedad de lo sucedido.
Las primeras informaciones apuntan a 145 víctimas mortales, según confirman a Efe fuentes hospitalarias. El número de personas bajo los escombros podría ser todavía alto, por lo que el número de muertos podría ser superior.
El responsable de Relaciones Públicas del Hospital Indonesio ha explicado a la agencia española que los bombardeos se produjeron sobre las 15.00 hora local (14.00 hora peninsular española).
Tras el rezo de la tarde, «comenzaron a llegar un gran número de heridos al Departamento de Urgencias, por cientos, la mayoría eran menores y mujeres», ha dicho.
Al menos 90 fallecidos han sido llevados a su hospital, mientras que otros 55 han sido trasladados al centro Kamal Adwan, ambos en el norte del enclave.