Estados Unidos bombardeó diversas posiciones de milicias proiraníes, con un saldo de 39 muertos, 23 de ellos en Siria y 16 en Irak, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Respecto a este asunto, el portavoz del Ejecutivo de Irak, Bassan Al Awadi, comentó que este ataque agresivo pondrá la seguridad de Irak y de la región al borde del abismo.
Además el Ministerio de Exteriores iraquí ha anunciado que convocará al encargado de negocios de la embajada de EE.UU. en Bagdad para entregarle una «protesta oficial».
Los miembros de la agrupación de milicias progubernamental Multitud Popular, integrada de facto desde 2016 en las Fuerzas Armadas Iraquíes y cuyos cuarteles han sido bombardeados han dicho que la búsqueda de cadáveres continúa.
Asimismo, ha condenado la «flagrante violación de la soberanía iraquí» y han indicado que los ataques también han afectado a varias residencias civiles.
Los ataques estadounidenses, que también han tenido lugar en Siria, se producen en respuesta de la muerte de tres de sus soldados el pasado domingo en el noroeste de Jordania.
Los bombardeos, según Washington se han dirigido a más de 85 objetivos e instalaciones de esta milicia y, según el presidente estadounidense, Joe Biden, la respuesta «no acaba hoy».
El Ministerio de Exteriores sirio ha advertido, por su parte, que las acciones estadounidenses «alimentarán el conflicto en Oriente Medio de forma muy peligrosa», ya muy delicada por la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, y ha calificado los ataques como «una violación a la soberanía» del país árabe.
Asimismo, ha manifestado su rechazo a «los pretextos y mentiras» de la administración de Biden «para justificar este ataque».