Al menos siete personas han resultado heridas leves tras el terremoto de magnitud 6,6 registrado a última hora del miércoles en el oeste de Japón, que ha provocado además algunos daños por deslizamientos de tierra y dejado tuberías rotas.
Los heridos, con edades comprendidas entre los 20 y 90 años, se produjeron principalmente en caídas, entre ellos una sexagenaria que se rompió un dedo tras precipitarse por las escaleras en la ciudad de Toon, prefectura de Ehime, una de las que registró mayor intensidad, según el balance recogido este jueves por la cadena pública NHK.
En la localidad de Sukumo, en la vecina prefectura de Kochi, se recibieron múltiples informes de daños en viviendas, como tejas caídas, ventanas rotas o grietas, y hubo un corte temporal de agua, ya resuelto, aunque se han recibido 30 consultas por tuberías rotas, fugas y agua turbia del grifo, además de una decena de informes de farolas caídas o tendidos eléctricos cortados o descolgados.
En el pueblo de Yusuhara, en la misma provincia, el acceso a cinco hogares quedó cortado por obstáculos en las carreteras como rocas y árboles caídos, pero las autoridades confirmaron la seguridad de todos sus habitantes y esperan que los caminos queden despejados a lo largo del día, sin mayores contratiempos.
Actualmente se trabaja en la apertura de varias carreteras cortadas tras quedar obstruidas por aludes, mientras continúa la evaluación de otros daños.
El terremoto no causó daños importantes a la central nuclear e Ikata, en la prefectura de Ehime, según a empresa operadora, Shikoku Electric Power, ni tampoco se detectaron anomalías en la planta nuclear de Sendai, en la prefectura de Kagoshima, isla de Kyushu, próxima a Shikoku, según la empresa Kyushu Electric Power.
Este último sismo tuvo lugar a las 23:14 hora local del miércoles (16:14 horas en España) con epicentro a 39 kilómetros de profundidad en aguas del canal de Bungo, a 17,5 kilómetros de la ciudad de Uwakima, en la isla de SHikoku, la cuarta mayor del archipiélago, según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que tas estimar una magnitud preliminar de 6,4 la elevó posteriormente a 6,6.
El temblor alcanzó el nivel 6 inferior en la escala sísmica nipona de 7 niveles, centrada en medir la agitación sobre la superficie y su potencial destructivo, en las prefecturas de Ehime y Kochi, la primera vez desde que se introdujo en 1996 esta escala que se registra un temblor de intensidad 6 o superior en estas provincias.
Las autoridades meteorológicas no emitieron alerta de tsunami por este terremoto, tras el que hasta las 6:00 hora local de este jueves (21:00 GMT del miércoles) se había producido 22 temblores de magnitud 1 o superior, y se ha pedido extremar la precaución por el riesgo de colapso de casas y deslizamientos de tierra.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.