El departamento de Sanidad de las autoridades de Armenia en Nagorno Karabaj acaba de informar que la explosión de este lunes por la tarde en un depósito de combustible cerca de la capital, Stepanakert, en la carretera que va hacia Askerán, ha causado por lo menos 20 muertos y casi 300 heridos.
«290 víctimas con quemaduras de diversa gravedad fueron hospitalizadas en centros médicos. Siete personas murieron en el hospital. Los cuerpos de trece no han sido identificados. Decenas de personas se encuentran en estado extremadamente grave (…) y se consideran desaparecidas muchas personas calcinadas de las que no hay datos», se indica en la nota informativa.
No se ha facilitado ninguna versión de lo que ha podido ocurrir. Parece no tratarse de un bombardeo mientras las fuerzas de seguridad ni siquiera hablan de sabotaje o terrorismo.
El canal no oficial de Telegram de las fuerzas de paz rusas desplegadas en la zona señala que los médicos adscritos al contingente están asistiendo a las víctimas de la explosión.
El Defensor del Pueblo del disputado enclave, Guegam Stepanián, aseguró a través de las redes sociales que “las capacidades médicas de Nagorno Karabaj son insuficientes para salvar vidas y es urgente utilizar urgentemente ambulancias aéreas”.
El diputado de la asamblea local del enclave, Metakse Akopián, sostiene en declaraciones a la publicación News-am que “el depósito en donde se produjo la explosión distribuía gasolina a las personas que salían de Nagorno Karabaj hacia Armenia”.
Desde este domingo, los armenios karabajíes tratan de huir a Armenia a pesar de que las autoridades azerbaiyanas les instan a quedarse en sus casas y les prometen respetar sus derechos siendo ya en adelante parte de Azerbaiyán.
Hace justo una semana, las tropas azerbaiyanas lanzaron una operación para poner bajo el control de Bakú la parte de Karabaj que les faltaba por incorporar, Stepanakert y alrededores, en donde están destacadas las fuerzas rusas a tenor del acuerdo de paz alcanzado tras la guerra del otoño de 2020.
Los armenios del enclave, en donde viven unas 120.000 personas, se rindieron y depusieron las armas. Ahora están negociando con Bakú su encaje dentro de Azerbaiyán.
Pero los karabajíes no se fían y temen represalias. Las autoridades armenias informaban esta mañana de que son ya 13.350 las personas evacuadas de Nagorno Karabaj, subrayando que “el l Gobierno armenio proporciona alojamiento a todos aquellos que no tienen dónde vivir (…) el registro de refugiados continúa”.