Hay en juego una Liga en el Clásico de este domingo, pero el ‘caso Negreira‘ todo lo eclipsa, ha llegado para cambiarlo todo.
La buena relación institucional entre ambos clubes ya no es tal y vuelve la ‘guerra fría’, algo habitual entre ambas entidades.
El Real Madrid decidió llegar como perjudicado en el caso Negreira, exvicepresidente del CTA, y Laporta dijo: «Ya estamos todos».
Así, la habitual comida de directivas no se va a producir en esta ocasión y espera un partido tenso en el Camp Nou.
En lo deportivo, hay mucho en juego. Nada menos que una Liga. Si el Barça gana, la dejará totalmente decidida, el título será suyo.
Un empate también le viene bien a los azulgranas, cuya ventaja es de nueve puntos.
Y el Real Madrid se aferra a sus habituales milagros, al espíritu de las remontadas, al clavo ardiendo.
Una victoria en el feudo culé le metería de lleno en la pelea, dejando la diferencia en seis puntos con mejor golaverage.
Es un partido con cuentas –deportivas– pendientes. La superioridad blanca en los últimos años parece haber desaparecido.
En la Supercopa de España, el equipo de Xavi Hernández fue superior y se llevó la final y el título de manera merecida (3-1).
Y en la ida de las semifinales de la Copa del Rey también hubo triunfo del Barça (0-1), esta vez en el Santiago Bernabéu.
El técnico catalán está sabiendo desactivar la ofensiva del Real Madrid.
Con Ronald Araujo como una sombra de Vinicius, apoyado casi siempre el uruguayo por algún compañero.
Así es como el Barcelona anula la mayor fuente de generación de peligro del conjunto blanco.
Ambos equipos miran a la enfermería con esperanza. Ancelotti podrá contar, salvo sorpresa, con Karim Benzema.
Pedri también parece que se apuntará al Clásico. Lesionado desde hace un mes, el canario ha vuelto al trabajo esta semana.
Así, el centro del campo será otra de las claves del choque. Pedri es la pieza clave para el sistema de medios que le está funcionando a Xavi.
Mientras, Ancelotti tiene muchas variantes: de los veteranos Kroos y Modric a los emergentes Camavinga y Tchouaméni y Valverde.
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