El Paris Saint-Germain cayó eliminado el pasado miércoles de la UEFA Champions League en octavos de final por quinta vez en siete años, esta vez víctima del Bayern Múnich.
Los parisinos llegaban con una derrota por la mínima en casa, y aspiraban a remontar en el Allianz Arena, pero sucumbieron ante los bávaros sin apenas generar peligro, y mostrando una actitud demasiado indulgente para plantearse la machada, a pesar de contar con estrellas como Mbappé o Messi sobre el césped.
Perdió el PSG sin hacer gala de garra, entrega y coraje, requisitos mínimos exigibles cuando se está compitiendo en Europa, salvo por un jugador que ha hecho carrera en base a esos valores.
Sergio Ramos fue el mejor de los suyos en la eliminatoria al completo, y curiosamente fue quien más peligro creó con dos cabezazos que no encontraron el fondo de las mallas de milagro en la vuelta.
Al finalizar la eliminatoria, además, fue el primero en acercarse a los aficionados parisinos trasladados a Múnich para el partido para saludar y agradecerles el apoyo.
Actitud total del capitán que fue en el Real Madrid y en la Selección española, pero que no puede ejercer como tal en el PSG. Sin embargo, hubo un detalle que no pasó desapercibido para las cámaras de #Vamos, y que demuestra la frustración con la que vive el sevillano su actual etapa en París.
Una vez se alejó de la grada visitante, el futbolista andaluz miró a su alrededor con incredulidad, y descargó toda la impotencia y el enfado del momento con una frase que se ha hecho viral, atacando a su actual club y a la ciudad donde reside y vive ahora: «La p*** que parió a París. Su p*** madre…». Sin duda, Ramos no acabó contento con la eliminación, ni con la actitud de sus compañeros, y quizá soltó esos improperios tras recordar los viejos tiempos por Europa con el Real Madrid.
No en vano, el Allianz Arena es un estadio de muy buen recuerdo para el central.
En 2014, anotó dos de los cuatro goles de los merengues en la vuelta de semifinales de la Champions ante el conjunto dirigido por Pep Guardiola, semanas antes de su histórico gol en Lisboa, el del minuto 93.
Más allá, además, también logró superar a los bávaros en su propio feudo en 2017 y 2018, en cuartos y semifinales respectivamente. Años en los que levantó la ‘orejona’ como capitán del Real Madrid.
El año pasado, el camero se encontraba lesionado y no pudo participar en los octavos que perdió el PSG ante el equipo de su vida, el Real Madrid, eventual ganador de la Copa de Europa en 2022.
No regresó a competir al Santiago Bernabéu, y después de lo visto y lo vivido el miércoles en Alemania, probablemente haya vuelto a preguntarse, si es que alguna vez dejó de hacerlo, por qué abandonó Madrid para enrolarse en el club dirigido por Nasser Al-Khelaifi.
TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: EL MADRID CARGA CONTRA LA UEFA