Pura vida para España en su estreno de Qatar. La goleada a Costa Rica tiene un enorme mérito para una Selección que mostró una enorme seriedad para imponer su estilo y no cometer errores.
Le dio un meneo a un flojo rival. Lo consiguió con un fútbol coral y contundente.
Siete goles y la portería a cero es una excelente manera de arrancar el Mundial.
Con esta puesta en escena y el plan, crecen las expectativas para pensar que España puede llegar lejos en la competición.
España anuló a Costa Rica hasta el punto de hacerle un traje en media hora con los goles de Dani Olmo, Marco Asensio y Ferran Torres, de penalti.
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Marcaron los tres atacantes titulares. Y los que salieron después. Ferran hizo el cuarto, Gavi, Carlos Soler y Morata el quinto, el sexto y el séptimo en la segunda parte.
Es una de las mayores goleadas en la historia de los Mundiales. Los jugadores españoles sometieron a los costarricenses con la pelota, los desgastaron con un fútbol brillante.
Fluyó la mejor versión del juego de España. La de un equipo que es valiente, ofensivo y serio. Ganó duelos. Hizo que Costa Rica pareciera una selección menor.
No las hay en este Mundial en el que vemos sorpresas y cómo compiten otras Selecciones modestas.
Es el caso de Japón, que ganó su partido contra Alemania. Lo vimos en el debut de Argentina con la histórica derrota contra Arabia Saudí.
Todo lo que hizo España en el inicio del partido rayó la perfección. Los jugadores entraron enchufados, el juego colectivo fue dominante, las combinaciones precisas, funcionó la presión en la recuperación del balón, hubo movilidad, profundidad y eficacia en la finalización.
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Antes del gol de Dani Olmo, España ya había generado dos ocasiones de peligro en dos buenos pases de Pedri.
Uno para Olmo y otro para Marco Asensio. Era una España que llevó la iniciativa, dominante y ofensiva.
A los diez minutos rompió el cerrojo de Costa Rica en una pase de Gavi al corazón del área. Lo picó, el balón lo rechazó la defensa y lo controló son sutileza Dani Olmo.
La maniobra es excepcional. Olmo amortiguó la pelota y la levantó ante la salida de Keylor Navas. Un buen gol del extremo.
Con Rodri de central
Tras el primer gol, España reforzó su plan. Tener la pelota para madurar la jugada. Abrir el campo, darle profundidad por las bandas y buscar los espacios por el centro.
Costa Rica era un equipo endeble. Le faltaba contundencia. El segundo gol llegó en un centro de Jordi Alba, sin oposición, y un remate de Marco Asensio, de primeras, con la zurda. Asensio estaba sin marca.
Keylor Navas no llegó a la pelota. Un gol clave para poner una ventaja importante.
En veinte minutos, España mostró su potencial, sus virtudes. Desnudó a una floja Costa Rica.
Marco Asensio jugó de falso nueve. Morata se quedó en el banquillo. Luis Enrique apostó por este plan con Dani Olmo y Ferran Torres en los costados.
Los dos extremos agitaron el frente de ataque con la permuta de sus posiciones. España, muy seria y precisa, no sufría atrás.
Con Rodri en la defensa, formando pareja de centrales con Laporte. No es una sorpresa en la alineación de Luis Enrique. El seleccionador venía trabajando con esta opción. Pero sí es un gesto de desconfianza para los otros centrales.
Prefirió a Rodri, un pivote, atrás antes que a Eric García y Pau Torres. Rodri da más seguridad en todos los registros, por arriba y por abajo.
El partido lo cerró una penetración de Jordi Alba. Estuvo incisivo el lateral del Barcelona. Entró al área y fue derribado por Duarte. Un pisotón a destiempo y penalti.
Era la media hora del partido. Ferran Torres no falló. El tercer gol de España ponía ya una gran ventaja al trabajo de una Selección que salió a jugar con mucha concentración y colmillo.
Sin nervios, pese al estreno y con un dominio total de cada situación del partido. Con el centro del campo del Barça: Busquets, Gavi y Pedri. En el palco estaba el rey Felipe VI aplaudiendo el festival de la Selección de Luis Enrique.
Doblete de Ferran Torres
España quiso más en la segunda parte. Es lo destacado de un equipo que no tiene otro plan que atacar y atacar. Es una idea innegociable para Luis Enrique. Nada cambia si el resultado es favorable.
Siguió pisando el acelerador, fue dominante y llevó la iniciativa del juego. Encontró el cuarto gol en una disputa de Ferran Torres en el área. Se giró y definió con la zurda.
Era el minuto 53 y Luis Enrique quitó a Ferran y Pedri para meter a Morata y Carlos Soler. Dejó a Asensio, que llevó peligro en esa posición de falso delantero en la que se mueve con soltura.
Le faltó más precisión para redondear una gran noche. Le sobra confianza. Es otro jugador con Luis Enrique. Le quitó para hacer el último cambio y meter a Nico Williams.
También jugaron Alejandro Balde y Koke por Jordi Alba y Busquets. La goleada la redondearon Gavi, Carlos Soler y Morata. El primero con un disparo ajustado al poste tras una buena acción de Morata.
Un gol revisado por el VAR por la posición de arranque de Morata. El de Soler, en el 90′, tras un error de Keylor Navas.
El de Morata, en el 93′, tras un buen pase de Olmo y una definición con la izquierda. Tres tantos que pusieron la guinda a la superioridad de España. Destacó el bloque, la energía y las ganas que pusieron en el debut.
En lo individual y lo técnico sobresalió Pedri. El cerebro ha llegado con chispa al Mundial. Es muy importante para esta Selección que esté inspirado y haga fluir el juego en la aceleración, la pausa y la profundidad.
En lo físico, se impuso Gavi. Es un triunfo, por encima de todo, colectivo que refuerza el trabajo de un grupo que disputa el próximo partido, este domingo, contra Alemania.